12.11.08

A pesar de la crisis financiera mundial, se está vendiendo arte


Escrito por: DELIA BLANCO

Las grandes casas subastadoras de obras de arte, como Christie`s, y otras de gran importancia, Sothebys, por ejemplo, son emporios empresariales que no escapan –todo lo contrario- a las reglas del mercado y que en la actualidad están sufriendo la embestida de la reciente crisis de los mercados bursátiles de Wall Street, extendida en efecto dominó, como señalan los expertos económicas a las grandes capitales mundiales.
Pero, estas empresas y experimentados empresarios del arte contemporáneo, tienen asesores y expertos que les convidan a invertir y continuar desarrollando su mercado. Trataremos de sintetizar las razones que entendemos en la actualidad estos aplican, basándonos en un breve análisis del intranquilo mercado de arte actual.
La revista Blomberg, líder para expertos en finanzas, señala que es en el mercado del arte contemporáneo, y a través de las subastas donde los indicadores económicos señalan altos niveles de crecimiento, citan específicamente a China, India y Rusia, como países de grandes adquisiciones. Añade, la firma Boston Consulting, que “en los próximos cinco años, el patrimonio de millonarios chinos subirá un 14%, y el de los indios o hindúes, un 11%”.
Lógicamente se preguntan: ¿Hay una razón para este frenesí, este mareo de belleza, dinero y seducción, o es una locura?
Consideramos que el peso económico y financiero de una obra de arte, recorre toda una trayectoria desde que sale del taller del artista como un producto de valor excepcional que va tomando plusvalía a través de toda su historia, y que esa historia es la que le va dando a cada obra una identidad, una identificación y reconocimiento por los profesionales del arte, galeristas y coleccionistas que están a su acecho.
Por lo expuesto, desde hace un par de años llevamos al conocimiento público un ensayo reflexivo sobre el “Valor y valorización del arte”, a través una serie de conferencias que atrajeron buen público en el Centro León de Santiago de los Caballeros, y en el salón de conferencias de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), con la asistencia de muchos intelectuales, empresarios y académicos que se entusiasmaron con el tema, y se motivaron y comprometieron a impulsar la esperada Ley de Mecenazgo, y a comprar o adquirir obras de arte a nuestros artistas.
Dentro de estas propuestas, las subastas son fundamentales, porque seriamente curadas, potenciadas y protegidas por la ley, ponen a circular obras de excepción, que lanzadas al mejor o a un buen postor sacan el precio que el eventual dueño está dispuesto a pagar.
De esto se trata, debemos intentar que las personas pudientes diversifiquen su cartera con inversión especializada en arte. Las subastas, son circunstancias extraordinarias de compra para obras de excepcional valor visual.
En otros países, con crisis o sin ella, cada vez más inversionistas, no sólo los coleccionistas especializados, están prestando atención al arte y les dan la vuelta a las mayores subastas del mundo donde entablar abiertamente mecanismos de inversión y especulación por medio de la producción artística contemporánea.
El arte se ve cada vez más no sólo como una imagen bonita, sino también, como un activo que puede generar una buena recompensa. De hecho, varios bancos importantes y otras organizaciones están comenzando a ver el arte como una clase alternativa de activos muy parecida a las acciones, los bonos y los bienes raíces.
La razón es que el arte puede impulsar los rendimientos de una cartera y reducir los riesgos. Durante años los bancos privados, como los dirigidos por J.P. Morgan Chase & Co., Citigroup Inc. y Bank of America Corp., de Estados Unidos de Norteamérica, han ofrecido a los clientes acaudalados interesados en el arte varios servicios que les ayudan a conformar sus colecciones, incluyendo investigación de mercado. Sin embargo, no veían el arte como una clase de activos para diversificar una cartera de inversiones. Ahora, cada vez más, fondos de inversión de arte intentan ofrecer a los inversionistas la oportunidad de adquirir una participación en una cartera de obras de arte, de manera similar a una cartera de acciones.
El cambio hacia el arte es una señal más de que los inversionistas están redistribuyendo el dinero de sus carteras. Ahora buscan alternativas tan diversas como las obras de arte. Sumándose a su atractivo, el arte ha demostrado tener una baja correlación con Wall Street, lo que significa que los precios no se mueven en función de las acciones, con lo que reduce el riesgo de una cartera.
En República Dominicana, llegaremos a este nivel cuando se entienda que el arte es un instrumento y un vector de valor bancario y financiero, por esta razón, a pesar de la falta de experiencia y cultura de subastas, todo intento que se vaya haciendo en ese sentido es un paso más para ir logrando una relación real del valor y del precio del arte que no puede se seguir midiéndose por pulgadas de la obra.
La subastas son auténticos mercados del arte, en los que se mide un precio de arranque al valor añadido por aquel que puja defendiendo su criterio de valor especulativo y financiero, enfrentado al coleccionista que ve la oportunidad de adquirir una obra que intentó comprar en varias ocasiones, entonces se establece una extraordinaria presión sicológica que mide el precio financiero al precio emotivo, momento en que las subastas se convierten en auténticos espectáculo que valen la pena disfrutar y participar.
Retrotrayendo el tema a Santo Domingo, aprovechamos para anunciar que el próximo 25 de noviembre, el galerista, coleccionista y empresario, Juan José Mesa, director de Mesa Fine Art, y del periódico “Mirada al Arte” tendrá su Subasta de Arte del Caribe.
Como observarán, las subastas son actos públicos organizados por empresas especializadas donde se pone a la venta un conjunto de bienes y se adjudican a la persona que paga por ellos después de un proceso de competencia, el precio más alto, que se llama precio de remate. El procedimiento es complejo, y depende de las leyes o restricciones del país en el que se celebra la subasta, interviniendo en las mismas, y dependiendo del país donde se celebre, los impuestos deducibles, si las obras pueden ser sacadas del país de origen, en fin, de aspectos legales intrincados y muy específicos.
Como información exclusiva a nuestros lectores, en su subasta del 25 de noviembre en curso, Mesa Fine Art expone obras contundentes de Clara Ledesma, Domingo Liz, Paul Giudicelli, Antonio Prats-Ventòs, Gilberto Hernández Ortega, y muchas sorpresas más...
En síntesis

Valorización del arte
Cada vez más inversionistas, con crisis o sin crisis en sus países, están prestando atención al arte y se dan sus vueltas por las mayores subastas del mundo para entablar mecanismos de inversión y especulación por medio de la producción artística contemporánea.


de señal a señal , areito. 7-11-2008

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