25.8.08

Wifredo García

ANIVERSARIO
2008: El año de Wifredo García
Luis Beiro - 8/23/2008

EN EL CENTRO LEÓN SE EFECTÚAN TALLERES Y ENCUENTROS EN SU MEMORIA

SANTO DOMINGO.- María Ugarte lo describe como “un entusiasta de la fotografía”. La escritora, periodista y crítica de arte condecorada en el 2006 con el Premio Nacional de Literatura de la Fundación Corripio, rememora los días en que conoció a Wifredo García (Barcelona, 1935- República Dominicana 1988), cuando este se encontraba en plena carrera profesional:
“Wifredo García acababa de instalarse en Santo Domingo procedente del Cibao, región donde se venía dedicando como empresario. Sin embargo, cuando descubrió su pasión por el lente, transformó aquella estampa comercial del campo dominicano en una obra de arte. Él recorrió toda la región central del país en busca de paisajes y personajes típicos que quedarían grabados para la posteridad gracias a su vocación. Él recorrió toda la cordillera Central, subió al Pico Duarte y caminó los más intrincados parajes de aquella zona para dejar constancia de un testimonio gráfico de la vida y costumbres del campo dominicano”.
La editora cultural más prestigiosa que ha pasado por la prensa dominicana a lo largo de su historia lo admiraba, tanto por su constancia como artista como por la calidad de su obra.
Ella lo recuerda como una persona agradable, jovial, muy laboriosa y poseedora del sentido de la responsabilidad que debe tener todo artista con su profesión.
Lo conoció por los años setenta, a raíz de la publicación de su libro “La catedral del bosque”, lleno de grandiosas imágenes sobre su experiencia al recorrer las montañas cibaeñas, y que ella no vaciló en escribirle la introducción. Y lo recuerda de esta forma: “Es un libro integrado más por imágenes que por texto; contiene unas piezas impresionantes, que sobresalen por su indudable belleza”.
A sus nueve décadas de vida, las palabras de María Ugarte no llevan la marca del entusiasmo ni del afecto, sino la mirada de quien supo entenderlo, difundirlo y estudiarlo por razones netamente profesionales.
María Ugarte se siente feliz, satisfecha y orgullosa por haber conocido a un hombre de cultura que, sin pedir nada a cambio, se consagró al arte como sólo los grandes saben hacerlo.En su faceta de escritor, Wifredo García publicó artículos y ensayos, sobre la imagen impresa en las páginas del suplemento cultural del periódico Hoy “Isla Abierta”.
También fue profesor del Departamento de Arte de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), institución de la cual se graduó, en 1957, como Licenciado en Farmacia y Ciencias Químicas, cuando la misma se llamaba Santo Tomás de Aquino.
Su vida
Fue el propio artista el que le confesó a María Ugarte que su pasión por las artes visuales comenzaron desde su infancia.En el artículo titulado “Wifredo García abandona el mundo de los negocios para dedicarse a la fotografía”, la escritora recoge la anécdota de cuando él, desde niño le confesó a su padre, Juan García Mompó (Valenciano educado en catalunya), que quería pintar. Aquella misma noche, su progenitor llegó a su casa de la barriada de Arroyo Hondo en Santo Domingo con pinceles y otros materiales creativos. Y con ellos, hizo sus primeros pasos.
Una vez graduado en Santo Domingo y después de haber pasado con honores un programa de postgrado en la Universidad de Kansas (donde aprovechó su estancia para matricular un curso de fotografía), instaló en la ciudad de Santiago su propia fábrica de alimentos para animales llamada “Molinos del Yaque”, la cual convirtió durante 16 años en una próspera y activa corporación industrial, y de la cual renunció como presidente para dedicarse por completo a la fotografía, dejándola en manos de su hermano y de su esposa.
Su obra
La obra fotográfica de Wifredo García contiene un mundo que creció de forma paralela al del artista. Sólo de esa forma se puede entender la enorme cantidad de admiradores que lo veneraron a lo largo y ancho del país. Veneración que, por otra parte, no es gratuita ni afectiva.Con independencia de su aclimatación capitaleña y de su ascendencia ibérica, Wifredo García fue un artista cibaeño cien por cien. La ciudad de Santiago lo ha hecho suyo y no precisamente por la magnitud de su obra, sino por la devoción y la humildad con que se integró a crearla y a vivir dentro de ella, como si fuera uno de los miles de personajes captados por su lente.
Él captó como pocos el alma del Cibao. Cuando el lente era todavía en el país una técnica mirada por encima del hombro por ciertos “creativos” y burócratas de la cultura, Wifredo García ya le había impregnado el carisma de las devociones mágicas.
A partir de su propia experiencia, el arte de captar imágenes a partir del lente cambió por siempre en el país.Nunca dejó de ser cibaeño en general, y santiaguez en particular.
Su obra más importante está inspirada en las gentes, costumbres y escenarios de la Ciudad Corazón y sus alrededores rurales. Allá fundó el inolvidable y valioso grupo cultural “Imagen 68”, integrado por un grupo de jóvenes que venían trabajando de manera independiente la fotografía con criterio propio y visión distinta la tradición comercialComo artista de pies a cabeza, entendió que su grandeza no solo sería creativa, sino también fundacional. Por eso no sé conformó con el valioso equipo de profesionales que reunió en Santiago y aquí en Santo Domingo, a partir de su experiencia docente, creó “Fotogrupo”, un proyecto que reunió a una serie de profesionales con idéntica visión y que buscaban, más que novedades formales, diversas maneras de ser distintos.
Desde “Fotogrupo”, Wifredo García marcó un punto de partida para la cultura visual dominicana, al que siempre se tendrá que volver para entender la evolución de la imagen impresa.
Entre sus fundadores se encontraban Domingo Batista y Agustín Cortés.Para muchos, su secreto como artista no estaba en la manera de captar el objetivo, ni en la colocación la cámara. Tampoco tenía que ver con su manera de colocarse frente al viento, ni en su peculiar manera de entender los secretos de la naturaleza dominicana.
Mucho menos en sus fantasmas interiores, ni en su sentido común. La diferencia del resultado de sus fotos se hallaba en el fondo de su mirada. En esa entereza casi endemoniada que lo hacía ver lo que resultaba imposible para el resto de los mortales. Él era el descubridor de lo imposible. El visionario de la auténtica belleza. Su mirada lo hacía entender la dimensión de la inmortalidad.
El Centro León La institución cultural privada más prestigiosa del país ha nombrado el 2008 como “Año Wifredo García”. Tertulias, encuentros, conferencias y valoraciones sobre su vida y obra han tenido y seguirán teniendo efecto.
Sin embargo, eso es solo un adelanto de lo que vendrá. Para 2009 se prepara una gran exposición retrospectiva de su obra, la mayor que se haya realizado hasta la fecha y que contendrá piezas de todas sus etapas.Y para 2010 se prepara un periplo con sus fotos en la ciudad de Barcelona, algo similar, aunque en menor escala, a lo que ha venido ocurriendo desde 2005 con la muestra “Merengue” que inició ese año en el Centro León en ocasión de celebrarse el Primer Congreso de Música, Identidad y Cultura en el Caribe y cuya muestra visual comenzó a viajar por una serie de ciudades de Estados Unidos como Nueva York, Washington, Nebraska, Louisiana y Boston a partir de 2006, y continuará hasta 2009.
SOBRE ÉL
GARCÍA, WIFREDO: (1935-1988). Fotógrafo profesional. Nacido en Barcelona, España, de madre dominicana y padre español, se educó y creció en Santo Domingo. Obtuvo un doctorado en Ciencias Químicas y se especializó en análisis Bromatológico en la Universidad del Estado de Kansas.
Se dedicó a la enseñanza de Fotografía a nivel universitario desde 1970. Fue el fundador del grupo fotográfico “Jueves 68” en Santiago y de “Fotogrupo” en Santo Domingo. Dirigió La Casa Fotográfica de Wifredo García, que consiste en una institución para la difusión y la enseñanza de la fotografía artística, con un Museo de Cámaras del siglo XX, una galería de exposiciones fotográficas, una biblioteca de más de 700 volúmenes de arte y fotografía, dos laboratorios para uso de los socios y donde se impartieron cursos y talleres de técnica y estética fotográficas.
Obtuvo numerosos premios nacionales e internacionales en España, Japón y USA. Fue el fotógrafo más laureado del Concurso Internacional de América, que organiza anualmente la OEA en Washington.
Además de diez exposiciones individuales en la capital dominicana y el interior del país. Wifredo García realizó exposiciones individuales en el Instituto de Cooperación Iberoamericana en Madrid; en el Museo de Arte Contemporáneo de Moscú y en la Galería de Arte de la Universidad de Florida.Además realizó exposiciones en Japón, Francia, Alemania, México, Cuba, Nicaragua, Panamá, Perú, Costa Rica, Puerto Rico y Martinica, para un total de cuarenta colectivas. Fue autor de ocho audiovisuales y de otros libros “Alto de Mí”, “La Catedral del Bosque”, “Fotografía, un arte para nuestro siglo” y “De tierra morena vengo”, los dos primeros ya agotados. Fue invitado a participar en los II y III Coloquios Latinoamericanos de Fotografía celebrados en Ciudad de México y en La Habana, respectivamente.
Sus obras se encuentran, además de los museos de Santo Domingo, en la Fototeca del Museo del Hombre de París, Francia y en Museo de Oriente de Moscú, U.R.S.S. Sus trabajos también fueron publicados en revistas internacionales. (Tomado de la Enciclopedia de las Artes Plásticas Dominicanas, de Cándido Gerón)

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