Fotofija: el arte de espiar
Exposición. En Bellas Artes se presentarán una serie de fotografías diferentes con un espléndido montaje. La misma se acompañará de visitas guiadas programadas y de la proyección de las películas que corresponden a las fotografías. La colección de obras es autoría de Fernando Calzada
Escrito por: MARIANNE DE TOLENTINO
El año 2010 distingue a Santo Domingo como Capital Cultural Americana con una programación especial desarrollada por el Ministerio de Cultura. En ese contexto, la Galería Nacional de Bellas Artes presenta una colección de obras de Fernando Calzada, cuyo título puede intrigar a los neófitos y, por tanto, crear una primera expectativa: “Fotofija: el arte de espiar”. “Foto fija”, en el vocabulario del cine, se refiere a la fotografía que reproduce un determinado momento del filme y de la filmación.
Su calidad, además del valor estético intrínseco, produce un impacto promocional, ya que fundamentalmente se destina a la publicidad. A través de esa imagen “fija” que inmoviliza la imagen “en movimiento”, interviene la capacidad de aguda observación del fotógrafo. Al acecho, él espía la vida del cine y sus intimidades… Por cierto, “espiar”, en este caso, es un arte, como lo precisa la segunda parte del título de la exposición: “el arte de espiar”.
La exposición. El Salón de la Rotonda, con el atractivo de un montaje impresionante y su auténtica arquitectura interior, invita a la visita. De una pulcritud excepcional, un laberinto perfectamente construido y organizado, a cargo de Luis Isidor y de las técnicas de la Fiart, lleva al espectador por las fotografías de cuatro películas: “La Fiesta del Chivo”, “Cuba libre”, “La ciudad perdida” y “Azúcar”.
Fernando Calzada, fotógrafo español que reside y trabaja en Santo Domingo, pone aquí su talento de artista al servicio del cine, que es tema motivante y tela de fondo. Él explora rostros, cuerpos, objetos, entornos, demostrando una identificación profunda con el medio. Su lente emprende una cacería de imágenes, lo curioso y lo insólito así como de lo cotidiano y lo banal aun, pero cada imagen va a ser fascinante y reveladora.
Esta iconografía apasionada –el término no es exagerado–, a color y en blanco y negro, alcanza un nivel técnico excepcionalmente elevado. Si prefiere, por su naturaleza misma, la observación previa para captar el sujeto, de repente “atrapa” espontáneamente el instante irrepetible –definido por Henri Cartier-Bresson–. Fernando Calzada es un fotógrafo polivalente y magistral.
Él se convierte naturalmente en el testigo de la escena en curso o de los minutos que la preceden. Pensamos especialmente en fotografías de Isabel Rossellini en “La Fiesta del Chivo” y vemos cómo, mientras retocan el maquillaje de la actriz, ella se concentra intensamente en el desdichado personaje de Urania; luego, en otra toma testimonial, creemos oír el clic de la claqueta… El director ordenó la “acción”, ¡el rodaje ha comenzado!
Zoom
Dueño del plano
Las fotos de Fernando Calzada se adueñan del plano –sea éste general, medio o cercano– en forma contundente y transmiten su propia visión de la escena –algo fundamental en cuanto al talento fotográfico–, perennizando el lugar, el ambiente, los detalles. El ángulo, el encuadre, los valores de luz y sombra estructuran elementos determinantes para sugerir el clima del motivo original, cuando no el clímax de la secuencia filmada: así ocurre en el enfoque de la revisión de las armas en “La ciudad perdida” con un close-up impresionante, donde se percibe también el ojo implacable de Fernando Calzada. Las obras de este artista del lente comunican, pues, cuánto él dialoga con el ambiente cinematográfico, se asocia a la complejidad del rodaje, al trabajo del director, del actor, de las diferentes funciones del equipo de filmación.
Ahora bien, el gran componente unificador es el hecho de que las filmaciones fueron realizadas en República Dominicana, exteriores e interiores, y que han intervenido en distintos papeles y personajes actores dominicanos a quienes apreciamos en su mayoría. No cabe duda de que este país es un anfitrión excelente para que se traslade su mundo y realidad a otro mundo y otra realidad: las imágenes, la imaginación y la magia del cine. Y como bien dice Arturo Rodríguez-Fernández, respecto a Fernando Calzada: “Hay que contar con un fotógrafo de su talla en todos los rodajes, nacionales e internacionales, que se realizan en República Dominicana”.
Finalmente, cabe recordar la sentencia de Gisela Freund: “El valor intrínseco de la fotografía reside en su poder de despertar emociones”. Nada más cierto aquí… ¡cuántas emociones despierta Fernando Calzada con sus fotos fijas!
tomado de hoy,10-4-2010
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